Beatriz Giménez de Ory
Paloma Valdivia
Faktoria K de libros, 2011
Il. Gianni de Conno
Edelvives
La editorial Edelvives apuesta en este álbum de gran tamaño por textos de gran belleza dedicados a la luna. La portada del libro ya es sugerente, en ella se ve un personaje extraño, vestido de rojo, que abre una caja azul que contiene el firmamento nocturno y en él destaca la luna menguante, la misma que veremos en las guardas.
La luna es la protagonista y ella destacará en cada doble página con diferente aspecto, siempre presidiendo el texto que la evoca. Los textos están escritos en su lengua original -inglés, griego, japonés, chino, italiano…- y también en castellano.
Los autores seleccionados son: Christina Rossetti, Emily Dickinson, Johann W. Goethe, George Gordon Byron, Percy Shelley, Safo, Williams Shakespeare, García Lorca, Giacomo Leopardi, Wang Wei, Yosa Buso, Matsuo Basho y Walt Whitman.
El elemento aglutinador del libro son los textos de gran belleza y sensibilidad que nombran a la luna. Rossetti se pregunta: “¿Está la luna cansada?” y Leopardi la interroga: “¿Qué haces luna, en el cielo? ¿Qué haces silenciosa luna?, Byron sabe que “no volveremos a vagar / a la luz de la luna”, Safo nos avisa de que “se ha puesto la luna”, y Romeo dice que “jura en nombre de la luna sagrada”, mientras Lorca nos avisa de que “cuando sale la luna / se pierden las campanas”, Wei nos recuerda que “brilla la luz de la luna entre los pinos”, Basho exclama: ¡Luna de otoño!, y Whitman la exhorta: “Baja tu mirada, luna hermosa”.
Los textos, cargados de lirismo, son para leerlos y releerlos sin prisas y las imágenes para saborearlas, siempre con tonos fríos, los colores difuminados y algunas siluetas resueltas para ser adivinadas por el lector, junto a otros elementos sugerentes que nos invitan a la reflexión sosegada.
Me llama especialmente la ilustración creada para el diálogo de Romeo y Julieta: dos lunas con redondos y serenos rostros femeninos en color ocre, unidas por una luna decreciente con los mismos ojos que las otras dos, de color verdoso; también la luna dormida que acompaña a Buson y Basho, la luna gitana de Lorca y las ballenas que acompañan los versos de Leopardi.
Se trata de un gran libro por su contenido, texto e imagen, y por su tamaño; puede ser leído y observado por cualquier lector, sirviendo para acercar bellos poemas a los jóvenes lectores, pero sobretodo es ideal para compartir su lectura entre grandes y pequeños.
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