Aunque
parezca imposible, no estamos solos, el fomento de la lectura está ahí, desde
bibliotecas, desde el colegio hasta las familias, incluso ahora en internet. Se
trata de un trabajo social que hay que compartir para unir ideas y conseguir
nuestro objetivo: crear el hábito lector, no solo para obtener una sociedad
competitiva cultural y socialmente, que también, por supuesto, sino fomentar la
lectura para despertar la imaginación, para crear ese mundo fantástico que se
vive en los libros, para compartir momentos especiales en familia, junto a
amigos…
La
idea es compartir lecturas y diversión y no hace falta que nos centremos en un
formato papel, ahora tenemos para elegir. Eso sí, no olvidemos que antes de que
existiera el libro, estuvo la narración oral o como explicaba el recientemente
fallecido escritor, pedagogo y periodista, Emili Teixidor, “Antes de que se inventara el libro existía la
lectura oral del jefe de la tribu. Siempre hemos necesitado de
instrumentos como la lectura o la escritura para desarrollar la inteligencia”.
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Foto Maque Falgas. En la Biblioteca Valencia, firmándome Pa Negre y La lectura y la vida |
En este artículo voy a recoger una
serie de ideas o consejos con los que se puede trabajar para fomentar la
lectura desde diversos aspectos e instituciones y muchas de ellas serán
extraídas de los trucos que nos dejo Teixidor, un gran maestro en la tarea del
fomento lector.
Primero, me gustaría señalar una
curiosa anécdota que siempre contaba de cuando ejercía como profesor: “Yo,
cuando era profesor, iba a clase con tres libros y decía: "Hoy hablaremos
de estos dos". Los alumnos me contestaban: "¡Pero si traes
tres!" Siempre les decía que el último de los libros era para mí, no para
ellos. Todos se precipitaban a saber cuál era el que no debían leer, y aquel lo
leían todos. Hay un dicho que a mí me gusta mucho: "Si quieres cambiar el
mundo, por quién empezarías: ¿por ti o por los demás?". Hay que predicar
con el ejemplo.” Y una táctica excelente es la de prohibir un libro o decirles
que ellos no podrían leerlo o, incluso, si se trata de un libro de terror,
decirles que no podrán dormir, que van a pasar mucho miedo. Os aseguro que
funciona, como a todos la curiosidad nos supera a veces.
Algo que aprendemos en seguida, es que
las cosas no se aprenden por imposición ni obligación, pero sí “simple
contacto, imitación o seducción. […] El mejor contacto/contagio es el ejemplo.”
Por lo tanto, no se trata de obligar a nadie, pero si los más pequeños nos ven
leer y pasarlo bien con un libro, ¿no creéis que harán lo mismo?? Por lo tanto
uno de los primeros trucos que nos presentaba Emili Teixidor es: “Primero lee
tú y los demás imitarán el placer que tú expandas. Predica con el ejemplo.”
Un consejo que también se desprende de
la experiencia, es que “todos los lectores tienen su nivel y hay que conocerlo
antes de recomendarles un libro. Sepamos antes cuáles han sido sus lecturas, lo
que han leído con agrado o con dificultad, cuáles son sus intereses… en fin,
qué deporte y en qué categoría está el equipo de sus preferencias… literarias”.
El ejemplo mejor que tenemos aquí es el de un librero/a o bibliotecario/a, al
que le pedimos que nos sugiera una lectura. Las preguntas que nos pueda hacer
antes de recomendarnos un libro en concreto, demostraran su preocupación y
buena labor en sus funciones y el éxito de su objetivo.
Otra táctica interesante con respecto
a fomentar la lectura de poesía es la de “escribir en la pizarra un verso, los
alumnos se acostumbrarán y lo leerán con interés”. Este consejo se puede
desarrollar y amoldar a cada institución. Por ejemplo, en clase, podemos
escribir cada día un verso de un poema, los alumnos se interesaran cada día
más, y crearemos una rutina. En la biblioteca podemos realizar talleres de
poesía y empezar con estas ideas. En familia, podemos leer cada día el verso de
un poema.
Emili Teixidor en su libro La lectura y la vida (Ariel, 2007) nos
expone también, a parte de más trucos, una serie de estrategias que pueden
utilizar los profesores en clase, seguro que todos podemos extraer ideas de
ellos y aplicarnos en nuestras tareas del día a día.
Y este es mi homenaje personal a un
gran escritor, gran persona que trabajó por la difusión de la lectura y,
personalmente, nos dejo todo un tesoro de ideas y trucos para seguir con esa
labor. Si todos los estamentos compartimos y llevamos a cabo estas ideas y
otras más que puedan surgir, el objetivo de crear el hábito lector será tarea
hecha.
Para finalizar, lo hago con una gran
frase del Premio Nacional de Literatura Infantil en 1997 y autor de obras como
la colección infantil de la Hormiga Miga (en catalán, la Formiga Piga) y la
galardonada Pa negre:
"Cada
vez que leemos un libro, las palabras reviven, y la cabeza se nos llena de vida
y por eso podemos decir que los libros son como conservas de vida que guardamos
en las bibliotecas y en casa para alimentar el cerebro: los pensamientos, la
fantasía, las emociones... Leer es vivir mucho más y mucho mejor! leer no llena
mi tiempo, leer llena y añade valor a mi vida". Emili
Teixidor, La lectura y la vida.