lunes, 15 de julio de 2013

"El cielo de Anna" es un mundo onírico, fantasioso y lleno de esperanza y alegría (Stian Hole)

Stian Hole
Kókinos, 2013

El cielo de Anna es un cielo maravilloso y lleno de esperanza, alegría e inocencia. Anna intenta trasmitirle todos estos sentimientos a su padre e inician un viaje por ese mismo cielo.
Es difícil explicar las pérdidas y las ausencias de un ser querido y mucho más cuando no tenemos respuestas o cuando tampoco nosotros sabemos aceptar esa pérdida. En muchas ocasiones son los más pequeños los que con su mirada inocente y fantasiosa nos transmiten esa esperanza que necesitamos para continuar adelante y seguir disfrutando de los que tenemos al lado, siempre con el recuerdo de los que ya no están.

En El cielo de Anna, aunque no nos explica de manera literal lo que sucede, lo intuimos por las imágenes y por lo que sucede en el texto. La protagonista ha perdido a su madre, es un día en que todo duele y "caen clavos del cielo" (fijaros en el detalle de las primeras guardas y en lo que dice su padre), su padre está triste, llora pero tienen que prepararse para el funeral, pero ella sigue en su mundo, "tiene todo el tiempo del mundo". Anna pone el mundo patas arriba (literalmente) y se lleva a su padre de viaje, un viaje simbólico, esférico. Un viaje a un lugar donde los pájaros pueden nadar y los peces volar, puede parecer un mundo al revés pero puede que sean las profundidades del cielo, donde todos esperan hasta Elvis y Picasso.
Anna, con su inocencia, cambiará esos clavos por fresas con miel.



El autor, Stian Hole, muy parecido al padre de Anna, rodea de color y de vida el mundo de Anna para aproximarnos de manera muy poética a la muerte. El viaje al que conducirá Anna a su padre será un viaje fantástico al otro lado del cielo ("vamos hasta un lugar donde el cielo está bajo el agua"), donde el cielo está bajo el agua, para buscar más allá de los sentimientos y para buscar donde está también su madre ausente.

El mundo al que se trasladan Anna y su padre es un mundo onírico y fantástico donde las plantas, los pájaros, los peces, las mariposas, personas desaparecidas y todo tipo de criaturas y objetos que invitan a reflexionar sobre la vida, la muerte y sobre Dios. Es curioso ver como es el padre quien hace las preguntas y Anna la que responde: 

"-¿Dios lee libros? –pregunta su padre asombrado.
-Por supuesto. Tiene una biblioteca enorme. Incluso Dios necesita consultar una enciclopedia de vez en cuando."

Anna intenta recordar a su madre en algún sitio, en el Jardín del Edén cuidando las plantes o visitando a sus seres queridos, solo con el objetivo de que su ausencia no sea tan dura. Es una manera de mantener el recuerdo de nuestros seres queridos cerca.

Un libro que nos sumerge en un maravilloso simbolismo visual. Un libro para leerlo y releerlo muchas veces y muchas más para mirarlo, observarlo detalladamente y no perderse ninguno de los detalles del paisaje que recrea el autor.


El cielo de Anna es un álbum que os hará reflexionar y que podréis disfrutar en detalle en cada imagen que utiliza el autor. A modo de collage, con ilustraciones y fotografías, Stian Hole nos transporta a un mundo donde la fantasía de una niña nos hace sentir mejor.

No os perdáis las guardas del final del libro donde los clavos se han convertido en fresas con miel como decía Anna.

En resumen, un libro enternecedor y estremecedor por todo lo que trata. 

Se quedan muchas, muchas cosas por comentar pero es de los libros que cuando vas lo ves más cosas descubres.

domingo, 14 de julio de 2013

Sensibilidad, amistad y naturaleza de la mano de Ignacio Sanz y Ester García


Ignacio Sanz
Ilustraciones de Ester García
Edelvives, 2013
XXIV Premio de Literatura Infantil Ala Delta

El hombre que abrazaba a los árboles es el libro ganador del XXIV Premio Ala Delta de la editorial Edelvives. Ignacio Sanz, autor de esta tierna historia, ya obtuvo el mismo premio en 2010 con Una vaca, dos niños y trescientos ruiseñores. El premio de este año es un libro bello por lo que cuenta, por cómo lo cuenta y lo vemos visualmente.
Un relato que nos cuenta Felicidad, una niña que vive en Piñares y que nos cuenta la vida de su vecino, un viejo leñador amante de los pájaros, de los árboles y, en definitiva, de la naturaleza y de todo lo que nos da y podemos disfrutar de ella si la cuidamos.


Marcial que así se llama el viejo amigo de Felicidad, mantiene largas conversaciones con esta pequeña quien nos cuenta, con la inocencia de una niña, las historias que le narra el leñador y también las que vive gracias a él. La naturaleza está presente desde el principio hasta el final de la historia, el verdadero amor que siente Marcial por los árboles y todo lo que los rodea. Sabe cada detalle de cada ave o animal que ronda por los bosques desde las urracas hasta las ardillas y así se lo cuenta a la pequeña que va aprendiendo a disfrutar de la naturaleza como su amigo.

El fragmento cuando Felicidad nos cuenta que Marcial impidió que talaran un árbol de su pueblo porque él decía que se podía salvar de la enfermedad que padecían el resto es para disfrutar, así como el resto de la novela.

Según Ignacio Sanz, «la historia parte de un hecho real: un olmo que ahora luce espléndido en el Paseo Nuevo de Segovia, salvado por la terquedad de un hachero que se negó a talarlo. Lo que late en la historia es una mirada hacia la naturaleza y hacia la gente solitaria y desvalida que no se da por vencida y tiene por aliada una imaginación prodigiosa». 

Esta historia es pura sensibilidad hacia el entorno natural y no es la primera vez que Ignacio Sanz nos remite a la naturaleza en sus historias. Una historia muy tierna que también se refleja en la relación entre el adulto, Marcial, y la pequeña Felicidad. Una relación en la que primero uno cuida de uno y es quien le cuenta historias y luego es ella, la niña, quien lo cuida y le cuenta sus historias. Una relación entre generaciones que debería ser un reflejo de la realidad.


La maravillosa ilustradora Ester García nos transporta a un mundo imaginario y fantasioso con sus cálidas y delicadas ilustraciones.

Esas urracas con corona, ese cerdo volador y esas ardillas pájaro quedarán en vuestra retina para siempre. Las miradas tiernas y expresivas entre Marcial y Felicidad nos develan la complicidad que hay entre los dos.

Ester García cuida en detalle sus magníficas ilustraciones para expresar visualmente lo que cada uno de los personajes que ha creado Ignacio Sanz desprenden. Esa admiración de la pequeña Felicidad por su maestro en conocimientos que es Marcial o esa mirada perdida y envejecida de Marcial cuando no reacciona. Esta última imagen –con un Marcial perdido y con los árboles talados en su cabeza) es el reflejo de que la ilustradora trabaja en profundidad el sentido de las palabras de las historias que recrea.


En resumen, un texto sensible donde la naturaleza y la relación entre generaciones son protagonistas de la historia. Un libro muy recomendable en vuestras bibliotecas tanto para jóvenes y mayores. 

miércoles, 10 de julio de 2013

La historia de los tres cerditos, de Joseph Jacobs

 Joseph Jacobs
Il. Xan López Domínguez
Anaya, 2003 

Y hoy toca un cuento que descubrí en un curso de animación lectora de Pep Bruno. Se trata de una versión del clásico del floklore británico que tantas veces ha sido contado en nuestra infancia y que no debe de dejar de contarse, aunque sea otra versión, debemos contar, narrar, leer..., debemos transmitir esa tradición oral porque se trata de una herencia que tenemos todos.
Y diréis que tiene de especial el cuento de los tres cerditos si todos lo conocemos? pues las versiones, las "buenas" versiones. Esas que parecen clásicos por su sinceridad, por su no ocultar nada (si un personaje se muere, se muere porque ha sido malo y se quería comer a otro, es un cuento, es ficción), por su curioso final donde siempre acaba "morir" alguien, en este caso el lobo que se creía listo pero el tercer cerdito lo era más.
Estos tres cerditos se deben buscar la vida porque su madre no tiene suficiente dinero para mantenerlos (actual, no?). No todos sabían como construir su casa y solo uno, el más inteligente y avispado, consigue construir una que el lobo no derribe y, además, le hace frente. ¿Quién será más inteligente? Porque en la vida no se trata de ser solo fuerte físicamente, mentalmente se consiguen muchas más cosas.
Como el lobo no puede derribar la casa del último cerdito, intentará conseguir comerse el cerdito de otra manera, haciendo que salga de casa con alguna escusa, ¿creéis que lo conseguirá?
Las variaciones respecto al cuento original no influyen en la moraleja que se quiere transmitir. Os animo a que lo descubrás también.
Las divertidas, exageradas y simpáticas ilustraciones de Xan López Domínguez consiguen desdramatizar la historia y le dan un toque de humor.

Otras versiones curiosas de los tres cerditos que me encantan y que os recomiendo son:
- ¡La auténtica historia de los tres cerditos!, de Thule ediciones
- Los tres cerditos, de Editorial Juventud.

viernes, 5 de julio de 2013

Para quitarse el miedo a las serpientes: "Mi boa Bob"

Randy Siegel
Ilustraciones de Serge Bloch

Después de leer esta historia de Randy Siegel seguro que no veréis a las serpientes de la misma manera o sí, el caso es que yo no cuento.

Al coprotagonista de la historia, el niño que nos narra la historia en primera persona, le ha regalado su padre una boa verde. Y pensaréis, ¿qué padre le regala una serpiente a su niño? Pues uno que dice que según el artículo tercero de la Declaración de los Derechos Humanos, la serpiente tiene derecho a la vida, a la libertad y a su seguridad.

Y es que esta boa es una serpiente muy particular, sabe escribir, no muerde a nadie, es muy educada y le abre la puerta a la gente, ayuda en las labores de casa, atrapa moscas, ayuda con los deberes y sabe de todo, hasta el futbolista que más goles ha marcado o el cantante de reggae más famoso del mundo, ¿sabéis como se llama? Pues, como la boa de este cuento.

Para el niño que nos cuenta esta historia, la mejor mascota del mundo es Bob, su serpiente, la mejor del mundo entero, nada de perros y gatos. Siegel nos trae una historia cómica, divertida y puede que un tanto irreal, pero así son las historias llenas de fantasía y humor.

Serge Bloch acompaña este texto con unas ilustraciones sencillas en un trazo sencillo de color negro, parecido al dibujo gráfico. El rojo y el verde le dan color a los personajes. Con muy poco, el ilustrador de Te desafío a no bostezar, realiza unas composiciones expresivas y caricaturescas, muy buen compuestas.

Otro álbum de este ilustrador que os recomendamos es El hilo de la vida.

En resumen, una historia que nos cuenta un niño que tiene como serpiente a su amigo y mascota perfecta, puede parecer un poco extraño pero la gracia está ahí, es las particularidades y diferencias.

jueves, 4 de julio de 2013

Kiwi el pájaro raro de Susanna Isern y Rebeca Luciani

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Kiwi es un pájaro más bien raro, no tiene alas ni plumas pero su pelo pincha y su pico es largo y bigotudo, pero no puede volar como el resto de pájaros. Pronto todo el bosque conoció el secreto del pájaro más bien raro y a todos se les hizo la boca agua con solo pensar en un plato tan exótico.

El Gato Salvaje y Halcón fueron en su busca pero se encontraron con un pájaro más fuerte y temible como el águila. Al final lo que le había salvado era su rareza  y es que muchas veces las diferencias son lo que nos da personalidad, lo que nos hace únicos.


Susanna Isern, escritora y psicóloga, nos habla con mucha ternura de la diferencia y de la identidad. Todos tenemos una particularidad que nos define y eso es lo que nos da valor como personas, solo hay que saber sacarle provecho. En la diferencia está la identidad de cada persona.

Si ya nos deleitó con ¡Pilu, Pilu! y con Oso cazamariposas, Kiwi también formará parte de esos personajes animales que siempre nos dejan un buen sabor de boca de la mano de Susanna. Una de sus recientes novedades es El ovillomágico, un cuento sobre la solidaridad y la amistad.

Por otra parte, en breve podremos disfrutar de sus Cuentos de la Pajarería.
Nos queda hablar de las ilustraciones de Rebeca Luciani que ya nos maravilló con La sonrisa de Daniela, La nube de Martín o Carnaval, entre otros álbumes más.

Los personajes y paisajes que recrea están llenos de color y ternura. En este caso, un bosque multicolor lleno de alegría y profundidad y unos personajes sorprendentes acompañan a la perfección el texto de Susanna, dándole agilidad, colorido y ese toque de alegría a la historia. 
En resumen, todo un pack, texto e ilustración, con el que disfrutaréis de un momento tierno entorno a Kiwi, un pájaro más bien raro.

lunes, 1 de julio de 2013

La piel extensa: Bichos, pájaros, mariposas, mares, poetas y peces para ilustrar a Pablo Neruda



Selección de G. Beltran y Aber Murcia
Ilustraciones de Adolfo Serra

"Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es una ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frío.

Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.

Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.

Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo."

Hacer una reseña de una antología de Pablo Neruda sin mostrar uno de sus poemas creo que no tendría sentido. Creo que es la mejor manera de empezar.

El poeta chileno nos dejó un sinfín de poemas de gran variedad: amor, poesía, el mar, el tiempo, la naturaleza, preguntas de la vida… Edelvives ha publicado una antología, cuya selección ha sido realizada por los poetas Gerardo Beltrán y Abel Murcia. Los capítulos que dividen los diferentes poemas son algunas de las temáticas que he mencionado antes.

En esta ocasión, dirigida a un público infantil, podemos disfrutar de un 55 poemas en siete apartados temáticos que podrían condensar, si es que se puede, el espíritu de la obra de Pablo Neruda. El detalle a destacar y el que da mucho más valor, si se puede, a la obra del poeta en este libro, son las ilustraciones de Adolfo Serra.

Para el ilustrador fue todo un reto ilustrar las palabras del poeta pero lo ha sabido hacer de una manera maravillosamente poética como merecía la ocasión. Ha retratado a la perfección ese torrente entusiasta y colorista que despiertan los versos de Neruda", señalan desde la editorial.

En algunas de estas ilustraciones vemos al poeta dibujado con su característica gorra sobre un pez y tocando la luna llena: "…Dejadme en medio de mi propia luna, en mi terreno herido".


Árboles, pájaros, mariposas, bichitos, peces,  mujeres… ilustran las páginas de esta obra, acompañando los versos del poeta sobre la naturaleza, sobre la poesía, sobre el amor y sus amores, sobre todo lo que emociona en los poemas de este Premio Nobel de Literatura en 1971.

Adolfo ha sabido llevar sus ilustraciones a su parte más poética, con juegos y metáforas visuales que invitan a leer los poemas y a disfrutar de las palabras de Neruda.
Los insectos, pájaros y peces que ha ilustrado Serra forman parte de la obra y vida del poeta chileno.

En una entrevista en la web Un periodista en el bolsillo, el ilustrador explica: “El poeta juega con las palabras, genera múltiples imágenes, abre puertas y ventanas en la mente del lector. Creo que el ilustrador debe hacer lo mismo, pero utilizando las imágenes como herramienta”.


En definitiva, esta antología es un placer para la vista por las ilustraciones, para el oído porque invita a ser leída en voz alta y para el gusto porque te deja un buen sabor de boca.