Randy Siegel
Ilustraciones de Serge Bloch
Editorial Juventud, 2013
Después de leer esta historia de Randy Siegel seguro que no veréis a las serpientes de la misma manera o sí, el caso es que yo no cuento.
Al coprotagonista de la historia, el niño que nos narra la historia
en primera persona, le ha regalado su padre una boa verde. Y pensaréis,
¿qué padre le regala una serpiente a su niño? Pues uno que dice que
según el artículo tercero de la Declaración de los Derechos Humanos, la
serpiente tiene derecho a la vida, a la libertad y a su seguridad.
Y es que esta boa es una serpiente muy particular, sabe escribir, no
muerde a nadie, es muy educada y le abre la puerta a la gente, ayuda en
las labores de casa, atrapa moscas, ayuda con los deberes y sabe de
todo, hasta el futbolista que más goles ha marcado o el cantante de
reggae más famoso del mundo, ¿sabéis como se llama? Pues, como la boa de
este cuento.
Para el niño que nos cuenta esta historia, la mejor mascota del mundo
es Bob, su serpiente, la mejor del mundo entero, nada de perros y
gatos. Siegel nos trae una historia cómica, divertida y puede que un
tanto irreal, pero así son las historias llenas de fantasía y humor.
Serge Bloch acompaña este texto con unas ilustraciones sencillas en
un trazo sencillo de color negro, parecido al dibujo gráfico. El rojo y
el verde le dan color a los personajes. Con muy poco, el ilustrador de Te desafío a no bostezar, realiza unas composiciones expresivas y caricaturescas, muy buen compuestas.
Otro álbum de este ilustrador que os recomendamos es El hilo de la vida.
En resumen, una historia que nos cuenta un niño que tiene como
serpiente a su amigo y mascota perfecta, puede parecer un poco extraño
pero la gracia está ahí, es las particularidades y diferencias.
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