Joseph Jacobs
Il. Xan López Domínguez
Anaya, 2003
Y hoy toca un cuento que descubrí en un curso de animación lectora de Pep Bruno. Se trata de una versión del clásico del floklore británico que tantas veces ha sido contado en nuestra infancia y que no debe de dejar de contarse, aunque sea otra versión, debemos contar, narrar, leer..., debemos transmitir esa tradición oral porque se trata de una herencia que tenemos todos.
Y diréis que tiene de especial el cuento de los tres cerditos si todos lo conocemos? pues las versiones, las "buenas" versiones. Esas que parecen clásicos por su sinceridad, por su no ocultar nada (si un personaje se muere, se muere porque ha sido malo y se quería comer a otro, es un cuento, es ficción), por su curioso final donde siempre acaba "morir" alguien, en este caso el lobo que se creía listo pero el tercer cerdito lo era más.
Estos tres cerditos se deben buscar la vida porque su madre no tiene suficiente dinero para mantenerlos (actual, no?). No todos sabían como construir su casa y solo uno, el más inteligente y avispado, consigue construir una que el lobo no derribe y, además, le hace frente. ¿Quién será más inteligente? Porque en la vida no se trata de ser solo fuerte físicamente, mentalmente se consiguen muchas más cosas.
Como el lobo no puede derribar la casa del último cerdito, intentará conseguir comerse el cerdito de otra manera, haciendo que salga de casa con alguna escusa, ¿creéis que lo conseguirá?
Las variaciones respecto al cuento original no influyen en la moraleja que se quiere transmitir. Os animo a que lo descubrás también.
Las divertidas, exageradas y simpáticas ilustraciones de Xan López Domínguez consiguen desdramatizar la historia y le dan un toque de humor.
Otras versiones curiosas de los tres cerditos que me encantan y que os recomiendo son:
- ¡La auténtica historia de los tres cerditos!, de Thule ediciones
- Los tres cerditos, de Editorial Juventud.
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