miércoles, 3 de abril de 2013

Una joya de Javier Sáez Castán de color verde, ¿o hay más colores?


Javier Sáez Castán
Ekaré, 2010

Javier Sáez Castán siempre nos sorprende con sus álbumes y con este os prometo algo más. Un ritmo especial en un texto que acompaña a unas ilustraciones intensas, sutiles y que le dan un toque misterioso a la historia. Este álbum contiene un inteligente discurso narrativo del álbum, donde nos propone un juego intelectual entre lo que nos dice la imagen y el argumento, entre lo racional y lo imaginativo.

La historia ya de por sí te propone una incógnita con el título pero en realidad La merienda del señor Verde se convertirá en la merienda de cinco señores de diferentes colores. Cada uno a su tiempo, sin prisa, va llegando al lugar donde el Señor Verde les ha citado.

El señor Amarillo, el señor Púrpura, el señor Azul, el señor Pardo y el señor Negro, cada uno de ellos llega de una manera diferente. Elegantes, con la misma expresión todos ellos y con un paraguas que los unifica, pero cada identificado con su color.

Y, ahora, como los cinco señores de colores, os estaréis preguntando por qué reúne el señor Verde a todos estos señores tan raros.


- Les he convocado porque quiero que vean algo muy intrigante. Tal vez haga falta su colaboración -les dijo.


El anfitrión ha descubierto una puerta en su casa donde se puede leer un cartel en latín con un mensaje, aviso, pregunta, motivación… ¿Cruzarán la puerta? ¿Descubrirán lo que oculta ese enigmático letrero? Aquí os dejo que lo descubráis vosotros. Humor y ternura son dos características que destacan en los libros de Javier Sáez y en este también lo podéis comprobar.


Un álbum con algo de surrealista pero a la vez real, donde nos muestran diferentes personajes identificados con diferentes puntos de vista de una misma realidad. A veces nuestra percepción de las cosas, no es solo de “un color”, de una manera. Hay tantas personas en el mundo como “colores”, opiniones o visiones de él, eso es lo que enriquece la vida. 


Si se le puede añadir algo más a un libro de este calibre, Javier Sáez lo hace y lo consigue. Al final, en forma de epílogo nos regala un pensamiento o confesión sobre como le gusta ver el mundo; también podéis disfrutad de un glosario o imaginario, como el autor lo llama, de los lectores que siempre quieren saber más, donde descubriréis detalles de la ilustración en un tono irónico y, para finalizar, algo que siempre nos ayuda a los que no somos expertos en el arte de ilustrar y es una explicación sobre la técnica que se ha utilizado a la hora de realizar el álbum, el autor le llama Nota de color.

En resumen, un álbum que cumple todo los requisitos para ser imprescindible: ilustración de calidad, imágenes que también cuentan, texto que acompaña perfectamente y un genio como es Javier Sáez Castán. Gracias Ekaré por editar este tipo de joyas de las que en sus diferentes relecturas siempre descubres aspectos nuevos.

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