lunes, 10 de junio de 2013

¿Dónde está el cascabel de la gatita Benitaaaaaa?


OQO, 2013

La señora Julia busca a la gata Benita por toda la casa, grita y la gata se despierta, pero la dueña no la encuentra. Y es que la señora Julia no escucha el cascabel de la gata. Benita se da cuenta de que lo ha perdido y se asusta porque si no lo encuentra y su dueña no la ve, se quedará si su ración de sardinas. 
La "linda" y simpática gata se pondrá manos a la obra en busca de su cascabel, pregunta al sofá (que todo lo engulle), a la escoba (que todo lo barre) y a la mesa (bajo la que todo cae), ¿dónde lo habrá perdido?


En este divertido cuento todos hablan hasta los objetos menos previstos y van ayudando a la gata a recordar sus pasos para encontrar su cascabel. Diálogos llenos de humor e inocencia que serán bien recibidos por el lector porque establecerá una cierta empatía con las situaciones irreales pero llenas de fantasía infantil.

Y nos queda el final, un sorprendente y encantador final, al que no le falta el humor. El cascabel lo encontrará finalmente en una pecera donde un pez se niega a ayudarle porque ya se comió a su compañero. La astuta y pillina gata recuperará el cascabel sumergido en dicha pecera pero para eso, ¿qué pasará con el otro pez?

Ingenuidad, picardía, dulzura, travesura... todas las características idóneas para que este cuento guste a los más pequeños y no tan pequeños. Pablo Albo, uno de los narradores y escritores de literatura infantil más importantes de nuestro país, nos trae una vez más –y que vengan todas las que quiera- una graciosa y simpática historia que esta gata como protagonista. No os esperéis más, descubrir vosotros mismo como consigue la gata el cascabel. Puede que incluso aparezca el pez que se había comido la gata Benita. ¿Dónde estaba?


Las ilustraciones de Guridi refuerzan todo lo que el argumento cuenta. Además, el ilustrador incorpora una serie de personajes con los que poder hacer una segunda lectura (podéis crear otras historias solo siguiendo sus dibujos): una pareja de moscas, un ratón, varias hormigas y hasta un murciélago del que alguien se enamora al final.

Guridi afirma que: "Imaginaba una Benita revoltosa, pero no mala, así que al final salió una gata negra con un aspecto un poco dejado, pero con ternura en la mirada", describe el ilustrador, quien apostó por darle un aspecto "rudo" a la dueña y crear unos peces "muy simplificados y con la expresión centrada en sus ojos".

Sus fondos en blanco hacen que resalten las expresiones de los personajes.

Un gata que nos ha encadilado en boolino y seguro que a vosotros también. Con este relato de Pablo Albo y las ilustraciones de Raúl Nieto Guridi, la carcajada está asegurada, así que no os la perdáis y a disfrutar de las mil y una historias que podéis crear con los pequeños animalitos que acompañan a la gata Benita.

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