Jimmy Liao
Bárbara Fiore, 2012
La mejor reseña de este libro de Jimmy Liao, editado por Bárbara Fiore,
sería deciros que lo leáis sin más porque seguro que un buen rato pasaréis. No
todos somos perfectos en el mundo pero si juntamos un poquito de cada
perfección puede ser que rocemos la perfección, ese es uno de los mensajes que
con este libro nos quiere dejar su autor. Un autor más que conocido en este
mundo de la literatura infantil y juvenil, que con sus textos e ilustraciones
siempre nos sorprende.
Otra de las cosas que podría hacer para recomendaros el libro sería dejaros
algunos fragmentos del libro, pero no sabría cuál elegir. Sería, como dice el
autor, "lo siento, hay demasiadas personas geniales e imperfectas. ¡No
puedo apuntarlas todas!" (en este caso se refiere a aquellas “personas que
no eran perfectas pero sí geniales”, de las que va dejando su huella durante el
libro). Pues lo mismo con el libro, me quedo con muchas frases, no puedo
nombrarlas todas.
Como muchos de los libros de Jimmy
Liao, este libro nos hace reflexionar, en este caso, sobre lo perfecto y lo
imperfecto y, aunque a veces con un tono irónico, muchas da en la diana. La
dedicatoria nos da una idea sobre el libro: “Este libro está dedicado a los
niños y adultos que han dejado de buscar un mundo perfecto”.
Perfecta Nueno, es la protagonista del
libro. Y os preguntareis que nombre más original o poco original para un libro
titulado No soy perfecta, ¿no?
A través de esta niña, con
ilustraciones de su cara, protagonizando casi todas las páginas del libro, nos
muestra la idea de que la perfección absoluta no existe, de ahí la dedicatoria
del comienzo del libro en la que nos dice que debemos dejar de buscar la
perfección.
La protagonista, Perfecta, sabe que
no lo es, incluso dice de cambiarse el nombre por eso mismo, ¿en qué pensarían
sus padres? Ella se da cuenta que la perfección es aburrida. Nadie es perfecto,
aunque lo intentemos maquillar, todos vemos el mundo de diferente manera, lo
que puede ser perfecto para alguien para otros no lo es. Puede que solo sean
perfectas las protagonistas de los cuentos o de los cómics como nos dice
Perfecta que cambia de aspecto en cada imagen: “Me gustan las niñas de los
cómics cuyos ojos brillan como estrellas porque no existen en la realidad. Las
personas que no existen en la realidad, al igual que sus vidas, son
encantadoras. ¡Yo también soy un personaje que no existe en la realidad! Por
favor, no me preguntéis por qué el color del pelo me cambia sin parar… Todo
esto es porque el dibujante es demasiado informal…”
En realidad, en los momentos que
estamos viviendo, ya son bastantes las preocupaciones como para que encima
tengamos que preocuparnos por ser perfectos.
En boca de una niña, frases como la
que sigue son doblemente sinceras y actuales: “Los mayores se quejan mucho, pero luego hacen
lo contrario de lo que deberían hacer, quieren controlar a los niños, pero no
saben controlarse a sí mismos”.
Existen
fragmentos del libro muy intensos que contrastan con otros humorísticos: “Mamá
me dijo que no podía tener animales en casa porque las mascotas no son limpias
(¡pero papá tampoco es limpio!); las mascotas son un gasto superfluo (¡pero
también lo son los cosméticos!)…”
“El
dolor de muelas: no ha sido invitado.
El amor: no ha sido invitado.
El paso del tiempo: no ha sido invitado.
Los desastres: no han sido invitados.
El amor: no ha sido invitado.
El paso del tiempo: no ha sido invitado.
Los desastres: no han sido invitados.
Papá
dice que yo también vine
sin
haber sido invitada.”
Cada
página viene con una entradilla, como esta: “La verdad perfecta es triste”. Y
el texto que le sigue, ¿no me digáis que no os parece genial?
“Los
cuentos de hadas no existen en realidad, ¿no?
Los
príncipes no siempre se enamoran de las princesas, ¿no?
Santa
Claus no existe, ¿no?
La
policía no siempre protege a los buenos, ¿verdad?
Cuando
lloro, las lágrimas que vierto
puede
que no sean de tristeza, ¿no?
¡Venga,
no malgastes las lágrimas!”
Algunas
de las páginas del libro tienen unas notas a pie de página o en el encabezado.
El texto anterior lo tiene, pero aquí os dejo que lo descubráis, sino perdemos
la gracia.
Para finalizar esta larga reseña
-me disculparéis por ello, pero Jimmy Liao es uno de mis preferidos-, el mismo
autor nos avisa que él tampoco es perfecto, ni su libro: “¡Eh, que este libro no es perfecto! La próxima vez lo haré mejor,
¿vale?”.
Os
dejo con un libro que iréis descubriendo cada día una cosa nueva, una
curiosidad, una frase que no habíais leído o un dibujo que se os había escapado.
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