No os preguntáis, a veces, cómo un libro tan pequeño puede decir tanto y
de manera tan bella. Este que aquí os recomiendo es una muestra.
Escrito e ilustrado por Paul Hoppe, conocido también en el mundo del
cómic, nos muestra aquí una divertida manera de como ponernos en la piel
del otro.
Sombrero cuenta la historia de Henry, un niño como cualquiera, con
una imaginación desbordante y más si le das algún objeto para su
fantasía crezca y le de poder. Los niños quieren ser los protagonistas,
sentirse el punto de atención en muchas ocasiones y eso es lo que le
pasará a este protagonista.
Henry, en un paseo por el parque con su madre, se encontrará un
sombrero, mejor dicho, se encontrará a Sombrero, como así lo llama él.
Este sombrero rojo abandonado en un banco despertará la imaginación del
niño. Con él, Henry podrá hacer todo tipo cosas, tan sugerentes como la
fantasía del niño. Desde protegerle del sol o de la lluvia hasta cazar
ratones o hacer trucos de magia, incluso, le puede salvar la vida ante
un cocodrilo. En todo momento, esta arma que tiene en su poder le
servirá para hacer cosas increíbles con las que él se sentirá el mejor,
el más poderoso.
Aunque la madre, le devolverá a la realidad y le recordará que puede
que alguien esté echando de menos este sombrero de ala ancha. Henry será
capaz de imaginar todas las escenas anteriores pero sin ser él el
protagonista: un socorrista asado al sol, una muchacha mojada sin su
sombrero, un explorador dentro de la tripa de un cocodrilo... La
imaginación de todo niño es inmensa y en este libro se refleja
perfectamente. No abandonemos esa fantasía de la infancia, nos podemos
perder cosas maravillosas como las que nos ilustra el autor del libro.
Las ilustraciones son alegres y muy expresivas y suman muchos más
recursos y datos al argumento, como en todos los álbumes ilustrados. Ese
toque de humor, por ejemplo, en la imagen del explorador dentro del
cocodrilo.
Henry es capaz de sentir empatía por todas esas personas gracias a
las palabras de su madre. Sentir empatía hacía los demás es un tanto
complejo para algunas personas, pero siempre es posible si aprendemos a
ponernos en el lugar de los demás.
Un pequeño pero gran álbum ilustrado en el que lo que más me gusta -y
no voy a destacar el mensaje que también se da: el de ponerse en el
sitio del otro- es la increíble imaginación que puede llegar a tener un
niño. El desarrollo de su fantasía es lo más importante en esta edad
infantil.
En definitiva, un álbum que no podéis dejar de disfrutar de leer y observar juntos.
Hola Ade, tienes un blog muy interesante por eso tienes un premio en mi blog :)
ResponderEliminarMuchas gracias por el premio! Me gusta que os guste!
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