Reseña de Sole Felloza en la Biblioteca de los Elefantes.
Había un vez una señora tan rica, tan rica, que todo lo tenía de a dos. Dos limousinas, dos casas, dos perros, dos etc.
De lo que no tenía ni uno, era de amigos.
Había quien decía que se preocupaba tanto por tener cosas, que no le quedaba ni tiempo, ni corazón para dedicar a alguien más.
Pero todo se complica el día que en una extraña tienda, encuentra un hermoso joyero de oro.
Inmediatamente grita: déme dos, déme dos!
Había un vez una señora tan rica, tan rica, que todo lo tenía de a dos. Dos limousinas, dos casas, dos perros, dos etc.
De lo que no tenía ni uno, era de amigos.
Había quien decía que se preocupaba tanto por tener cosas, que no le quedaba ni tiempo, ni corazón para dedicar a alguien más.
Pero todo se complica el día que en una extraña tienda, encuentra un hermoso joyero de oro.
Inmediatamente grita: déme dos, déme dos!
Pero solo había uno.
Pero como dentro venían dos bailarinas idénticas, finalmente se lo llevó la casa.
Pero las bailarinas,no eran corrientes bailarinas.Estaban encantadas.
Un hechicero las había construído para unas niñas malcriadas, que habían rechazado el regalo.
Tal desplante causó una tristeza tan grande,que cualquiera que mirara las bailarinas la veía.
Pero como dentro venían dos bailarinas idénticas, finalmente se lo llevó la casa.
Pero las bailarinas,no eran corrientes bailarinas.Estaban encantadas.
Un hechicero las había construído para unas niñas malcriadas, que habían rechazado el regalo.
Tal desplante causó una tristeza tan grande,que cualquiera que mirara las bailarinas la veía.
Bibi, la rica, creyó que ella podía serinmune a esa tristeza, pero poco a poco, su curiosidadprimero y su corazón después la llevan a buscar un camino para que la alegría vuelva las bailarinas.
Lo que ella no sabía es que todo lo que hacemos por los demás nos vuelve multiplicado.
Del viaje del egoismo a la generosidad, va éste cuento, lleno de colores, trazos firmes y ritmo visual.
Un álbum muy bonito, que en éstos tiempos de tantas compras, nos hace mirar hacia lo que de verdad tiene valor. Nos hace ver y reflexionar, sobre lo que podemos hacer para hacer feliz a alguien, que no es necesario invertir fortunas, sino tiempo y algo tan sencillo pero indispensable como un beso a tiempo
Ana Juan ha sido recientemente reconocida por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional de Ilustración 2010, galardón que nació con el objetivo de reconocer y distinguir el conjunto de la labor realizada por un ilustrador español en el ámbito del libro y la literatura.
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