jueves, 4 de abril de 2013

Nunca abandonéis la fantasía

Por Ade Cabo. (Post en boolino)
“- ¿Cuántos deseos puedo formular?
- Tantos como quieras. cuantos más mejor, Bastián. Tanto más rico y variado será Fantasía.”.

Abandonar el mundo de la fantasía te impide soñar, dificulta tu crecimiento y tu evolución como persona, pero sobretodo te impide compartir momentos con tus hijos.
“Comprendía ahora que no sólo Fantasía estaba enferma, sino también el mundo de los seres humanos. Una cosa tenía que ver con la otra.” Estos son algunos de los pensamientos de Bastián, protagonista de La historia Interminable de Michael Ende, de donde se puede extraer la frase que encabeza este artículo. Fantasía está en peligro y solo un niño podrá salvarla.

Ende creó esta novela hace varias décadas pero la historia siempre se repite (soy original, eh?). Sí, en algún momento de nuestra existencia y de nuestro crecimiento dejamos de creer en la fantasía, nos hacemos mayores y creemos que ya no nos sirve. Pero siempre podemos volver a por ella, mejor dicho debemos. La fantasía es la que nos mantiene vivos, es “el instrumento para crecer, evolucionar, soñar y llevar los sueños a la acción”, en palabras de Carmesina, protagonista de Los colores olvidados, libro de la autora Silvia G. Guirado.

La fantasía nos permite imaginar y crear la realidad, aunque nos hagamos mayores no podemos olvidarla porque debemos compartirla con los pequeños, es nuestra obligación ofrecerles un mundo mágico conforme a su edad, es importante la fantasía en su evolución y aprendizaje. Cambiamos, evolucionamos, crecemos… pero los sueños siguen con nosotros y eso, eso es fantasía.
Como dicen desde Los Cuentos de Bastián, “perder la inocencia no está reñido con desterrar la fantasía” e igualmente, si un adulto no vivió una etapa plena de fantasía en su infancia no tendrá suficientes herramientas para afrontar y superar obstáculos en la vida.
 No dejéis de leer y de compartir libros de fantasía con vuestros hijos, como bien dice Bastián, este libro era el más apropiado para él, porque, entre otras cosas, no tenía nada que ver con la realidad. A Bastián, “no le gustaban los libros en que, con malhumor y de forma avinagrada, se contaban acontecimientos totalmente corrientes de la vida totalmente corriente de personas totalmente corrientes. De eso había ya bastante en la realidad y , ¿por qué había que leer además sobre ello? Por otra parte, le daba cien patadas cuando se daba cuenta de que lo querían convencer de algo. […] Bastián prefería los libros apasionantes, o divertidos, o que hacían soñar…”.
Necesitamos historias que nos hagan evadirnos y no pensar, que nos hagan pasar un buen rato, que nos apasionen de principio a fin en lo que vivimos y eso es lo que encuentra Bastián.
Con estas palabras me gustaría motivaros para que no dejaráis de fantasear, de soñar y de compartir vuestros sueños con los demás, especialmente con vuestros hijos, nietos, sobrinos, etc. Ellos se sentirán únicos por ese vínculo que se ha creado y acompañados porque verán que no sólo ellos tienen fantasías. Tenemos los pies en el suelo, pero ¿por qué no soñar?  Eso nos motiva a superarnos, a crear proyectos y a vivir.

Os animo a que leáis o releáis La historia Interminable, por ejemplo. Y si queréis recuperar esa fantasía perdida o, mejor dicho, olvidada, Silvia G. Guirado junto con un equipo de ilustradores crearon unos libros ideales para ellos. Los colores olvidados y La inspiración dormida, nos harán reflexionar junto con Carmesina su protagonista y otros personajes. Entre las fantasías olvidadas pueden estar el entusiasmo, la felicidad, la autoestima, la amistad, el respeto, la valentía, la autoconfianza, la esperanza, el humor, la emoción… No olvidéis los valores naturales que aprendéis en la infancia.
Y para finalizar otro de los fragmentos de La historia interminable.
"Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué.
Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. […] En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay. La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros.”
“Si acaban con tu capacidad de soñar y de luchar, acabarán con tu libertad.”

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