Ade

jueves, 21 de marzo de 2013

El día que Saída llegó, de Takatuka

Susana Gómez
Takatuka, 2012
Estamos ante un libro poético, tierno, solidario… Un álbum precioso por sus ilustraciones y por la lección que nos enseña: tolerancia, amistad y pluralidad. Una visión optimista hacia un mundo solidario y multicultural, donde el respeto y la ilusión por aprender del otro es lo más bello que nos pueden enseñar.

Saída acaba de llegar y la voz que nos habla, que nos narra la historia en primera persona, busca las palabras que ha perdido para intentar devolverle la sonrisa y quitarle las lágrimas de su cara. Como muchas de las historias actuales, Saída es una niña marroquí que acaba de llegar a otro país, la protagonista intentará que ese nuevo mundo no sea tan duro para la pequeña. 

No es que Saída perdiera sus palabras sino que nadie el entendía y se sentía triste porque hablaba otra lengua y eso lo que descubre nuestra voz narrativa, que en este mundo hay muchas lenguas distintas de las que podemos aprender palabras diversas. Ella ayudará a Saída a aprender esas palabras que no encuentra y, al mismo tiempo, aprenderá esa lengua árabe que recién ha descubierto que existe: “idioma lleno de susurros y las dibujaba con aquellas letras que a veces asemejaban flores y a veces insectos”.
Al principio puede parecer una ayuda a aprender el idioma del lugar donde acabas de llegar pero luego se convierte en un intercambio de palabras, en un descubrimiento compartido. Las dos protagonistas crecerán en su aprendizaje, gracias a la generosidad y a esa cualidad, sobretodo en los niños, que es la de descubrir, la de la curiosidad.
En este álbum descubriréis frases verdaderamente poéticas que acompañadas con las ilustraciones a doble página de Sonja Wimmer nos aportan mucho más porque los colores y los sutiles simbolismos que añade la ilustradora nos envolverán un poco más si cabe en la historia.
Al final, Saída aprenderá a pronunciar esas palabras de todas las formas, sonidos y medidas.

Las dos aprenderán que en todas “las lenguas hay palabras cálidas como el aliento y otras frías como el metal. Palabras que acercan y palabras que separan. Palabras que hacen daño, palabras que hacen reír. Palabras que hacen cosquillas cuando se dicen y palabras que solo de escucharlas es como si acariciaran por dentro.”
Toda una lección como ya he dicho de amistad, de tolerancia y respeto, pero sobretodo de aprendizaje, de conocimiento, de crecimiento personal.
Un álbum precioso que no podéis dejar de leer y compartir. Puede resultar extenso en su lectura pero el texto encandila desde la primera frase. Además los más curiosos pueden descubrir como se dicen y como se escriben algunas palabras en árabe porque revueltas con las ilustraciones se acompañan muchas de ellas.

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